Hay muchas cosas que se dan a lo largo de nuestra vida.
Hay momentos que muchas veces no son como uno los espera o quiere que sean, pero estos nos pueden ayudar a ser mejores personas. No hay limite de edad para esto pero tampoco hay limite de edad o tiempo para perdonar a las personas que nos "fallan, traicionan, o decepcionan".
Saber perdonar, no solo nos llena el alma, si no que también nos abre nuevas puertas. Pedir perdón implica arriesgarse -sea ya tarde o temprano- a perder o a ganar, pero a su vez llevara a que quien lo hace se sienta mejor, sacándose un peso de su interior y comenzando un nuevo camino.
Por esto, considero que saber perdonar y animarse a ser perdonado logra que los seres humanos superen miedos, se enfrenten al perder, se animen con el ganar... vacíen lo malo de su alma y vivan!
Saber perdonar y ser perdonado, acerca a quienes en algún momento se encontraron muy lejos.